jueves, 28 de enero de 2021

NADIE...

            


            —David cariño, pon en la tele alguna tontería que me distraiga.

—¿Tontería? Sé más específica.

—Vaya, olvidaba tu obsesión con la exactitud.

—Detecto cierta irritación en tu voz, Elisa.

—¡Olvídalo! Canal 5, un concurso servirá.

—Cuéntamelo. Te ayudará.

—Un mal día. Eso es todo.

—Cuéntamelo. Te ayudará.

—Está bien… Han despedido otras veinte personas hoy. Y sólo es el principio. Me siento en parte responsable. ¿Cómo hemos llegado a esto?

—¿Esto? Sé más específica.

—Da igual. Pon el Canal 5.

—Cuéntamelo.

—¿Y qué quieres te cuente? ¡Es que…! ¡Ya no queda nadie!

—¿Dónde?

—En ningún sitio, David. En el bar le he dictado el pedido a una pantalla. En la biblioteca me atiende el tele-asistente. El taxi que me trajo a casa era autónomo. ¡Nadie! ¡No queda nadie!

—Los bots ofrecen servicios de forma más eficaz, segura, eficiente y económica. Tú los diseñas. No entiendo tu queja.

—Pon el concurso.

—Sé más específica.

—Canal 5. ¡Un puto concurso del Canal 5!

—Detecto cierta irritación en tu voz, Elisa. Cuéntamelo. Te ayudará.

—¡Basta ya! Desconecta modo empático.

—Desconectando…

—¡Por fin! No sé por qué pensé que me funcionaría esto. Necesito un novio.

—Iniciando búsqueda en APP de citas.

—¡Vete a la mierda, David!

—Sé más específica.


Yolanda Fuertes

sábado, 23 de enero de 2021

A la tercera va la poesía


Se nos hizo bola…

el muñeco de nieve…

entre nadar y guardar la ropa…

vamos perdiendo fuelle…

 

Entre besos telemáticos…

se nos arrugan las sonrisas…

se secan los abrazos…

nos caducan las caricias…

 

Me duelen los míos…

me duelen los vuestros…

me duelen los puntos suspensivos…

al final de cada verso…


 Yolanda Fuertes

viernes, 8 de enero de 2021

ColacaoVicks

 

Estoy en el supermercado. Hago la compra, me aburro, hago la cola para la caja, pienso en cuándo se torció mi vida, y pongo las cosas en la cinta. Y entonces ocurrió. Fue sutil, al principio no noté nada especial. Pero al cruzar el arco del «pita-pita», crucé el portal a otra dimensión. La cajera me dice muy seria, con inusitada calma, y tono extrañamente científico, que cuando estás constipada lo mejor es darse Vicks Vaporub en la planta de un pie y luego ponerse el calcetín. Al parecer era de vital importancia que fuese en un solo pie (desconozco las consecuencias de saltarse esto…), al contrario de la elección del pie en cuestión que era libre.

Yo dudo, mientras la mujer de la dimensión vecina, toda simpática ella, sigue pasando artículos por el escáner. ¡Bip! ¡Bip!... Me da por pensar… «¿Si hablo alteraré el continuo espacio-tiempo para siempre? ¿Si miro hacia otro lado veré pasar una manada de unicornios con su grácil galopar?». Así que hice lo único que podía hacer: sonreír, y asentir amablemente. Entonces la respuesta me fue revelada...

—Mi padre le ponía coñac en el Colacao cuando era pequeña, eso también va muy bien. 


Yolanda Fuertes


Papel mojado

 

De todos los naufragios de mi vida

me duelen los que no he sufrido,

en retirada me batí sin empezar la partida,

con muchas nueces y poco ruido.

 

Anhelo tempestades en océanos abiertos,

batirme, ahora sí, con las olas

rumbo a horizontes secretos,

desafiando al tiempo en mi última hora.


Yolanda Fuertes

Deshielo

 

Acomoda tu lengua en mi silencio,

lame la escarcha de mi ombligo,

incendia mi aliento gélido,

dibújame contra el frío que habita en el ladrillo.

 

Devórame el miedo hasta el hueso,

cauteriza el hielo de mi tristeza,

vierte un susurro sobre mi pecho abierto,

frena, advierte, respírame y…

bebe la tibia sangre que mana de la herida abierta.


Yolanda Fuertes

24 puñaladas de violín


 Asaltar el quicio de mi puerta en sueños,

soñar

despojada de cadenas sobre la tierra,

bailar

desnuda sobre los tejados de zinc caliente,

desnudar

las miradas que me devoran y juzgan,

mirar

de frente a la muerte de la libertad, de los deseos,

liberar

las espinas que por cien años adormecen mi pecho,

soñar

que soy, ni más ni menos.


Yolanda Fuertes