Nunca es tarde para jugar...
Mal año para propósitos,
con las uvas me declaro objetora de malas conciencias.
Volar bajo y soñar alto, es lo único que me des-propongo.
Errar el tiro, saborear el fango,
bailar palabras descosidas de mis castillos en el aire.
No me distraigan,
estaré saltando charcos
una noche de
aquelarres.
Feliz adversidad y áspero año feo.
Yolanda Fuertes